buscando piezas fuertes que aplasten los usos sin lujo de la contra que para en aquella mansion de masones , DUEÑos de los rincones donde tiene el ranchito adan con eva,
rifadores de la riqueza que por riqueza misma , no merece ser de nadie , con detalles de principe vengador, duradero como el fuego del Efìon, cañon de emocion sin cancion que se arrastre en los desastres de antros Pronunciado como Señor de su tierra y decidido a morir con los suyos, entre las industrias de acero, Y renunciarle a los bosques su llamado continuo.
El cromador de ordinarios metales
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