La decadencia de la alma que se me viene a los suelos y no la levanto ni con una pala de cristal.
bajo el negro cielo de mi negro pantano te vi bailar como una bolsa que el viento manosea
Con la inexpugnable estrategia que me separa de los lobos,
El, que empuña los tridentes, lucha por causas de inferiores mundos
Nosotros , los que lloramos por nada, sacudimos un fierro en el campo de batalla, por nuestra deidad que no se olvida, y nos manda los versitos, y nos manda las melodìas..
Como un lince
como el principe de persia
Tu te veras inmersa y ahogada en tu propia magia
Expulsando colores que no encontramos ni en las montañas de venus
Como el viento que hace flamear la bandera yanki en la lunita espesa
Tan poco cierto como aquel, que existe donde no hay atmosfera
Esos colores inciertos
esos colores inviernos
inexpertos son
los que ante el lamento
ahogan su sonrisa
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