jueves, 4 de febrero de 2010

Ni siquiera puedo saber

Ni si quiera, puedo saber
si voy a reencarnar

Entonces es como no saber donde uno hace pie

Hago pie en el asombro,
Por toda magia que pueda aspirar
hasta hacer quebrar
al sonido que hace erupcion en el parlante que me enfrenta
y hacer bailar al humo,
soy el bruno,
Principe de cada una de las artes del mundo
y de otros quiza,
Puede tambien, que en otros sistemas solares
haya un eco similar
un sonido semejante
al verso que siempre suena
en el antillano de mi afiebrada cabeza
Frutas, carnes, plantas
sustancia y biblioteca
no hace falta ser vidente
los destilados magicos se sienten
conjuros que aprendi de nadie
al aire le regalo mi sonido
llevatelo y sacalo de mi mismo
porque adentro no me sirve

afuera todo tiene un color distinto

EN hungria la gente se pone nombres que hasta pueden llegar a 18 nombres por persona, en arabia se ponen como 11, Me quedo con los chinos y los aborigenes americanos que se ponian nombres, como por ejemplo Hilacha de Fuego.

Cuento anonimo

Pido
Un flan mas
Y me voy de este bar
Ya al dueño no le gusta mi presencia
ya que no paro de putear
y vivo volcando ginebra en este piso de seda

en las nubes me veras pasear
detras de una ave compleja
que el ojo corriente vera vulgar
pero ella sabe, ella conoce el lugar
del cual rajaron a adan,

Pero tambien ella me sigue a mi, pensando que el conocedor del rumbo soy yo,




No hay comentarios:

Publicar un comentario